¿Cariño, sabes? ¡Ya no te quiero!
Día tras día palabras sin sentido me recuerdan que el viejo sendero se terminó. Me repito incesantemente que lo que fuese que nos llevó a cruzar el río ya no nos mueve más. De repente tu susurrante voz. Tiemblo, no reacciono con sentido y hablo de tonterías. Soy tonto.
La mirada perdida y pensante.
¿peque, sabes? ¡Fuiste un capricho!
Lágrimas de recuerdos pasados surcan mi cara. No te quiero pero me dueles. Te tengo pero no te siento y cuando no estas exploto de emociones que me piden ir a tu lado. No me entiendo pero ya no me importa.
A veces te odio por no haberme dicho que no me querías hace años, otras por ser como eres. Por ser dulce y amargante. Por tener siempre las cosas claras y dudar de todo.
Otras besaría cada uno de tus pasos. Adoro las charlas a las tantas de la madrugada sentados en cualquier sitio, sin frío ni prisas. Tus caricias veladas. Que al ser pocas valen tesoros.
No regalas emociones ni sonrisas y sin embargo las produces.
Cansado de hacerte esperar esperando imposibles. Mil perdones he pedido sin haber hecho nada que no debiese. Lo siento.
El adiós... Es un camino con un retorno muy lento y una salida demasiado cuesta arriba.
Todo ello sin saber quién eres. ¿has existido? ¿lo harás?...
Te recuerdo sin haberte visto nunca y te necesito como si fueses parte de mi.
Día tras día palabras sin sentido me recuerdan que el viejo sendero se terminó. Me repito incesantemente que lo que fuese que nos llevó a cruzar el río ya no nos mueve más. De repente tu susurrante voz. Tiemblo, no reacciono con sentido y hablo de tonterías. Soy tonto.
La mirada perdida y pensante.
¿peque, sabes? ¡Fuiste un capricho!
Lágrimas de recuerdos pasados surcan mi cara. No te quiero pero me dueles. Te tengo pero no te siento y cuando no estas exploto de emociones que me piden ir a tu lado. No me entiendo pero ya no me importa.
A veces te odio por no haberme dicho que no me querías hace años, otras por ser como eres. Por ser dulce y amargante. Por tener siempre las cosas claras y dudar de todo.
Otras besaría cada uno de tus pasos. Adoro las charlas a las tantas de la madrugada sentados en cualquier sitio, sin frío ni prisas. Tus caricias veladas. Que al ser pocas valen tesoros.
No regalas emociones ni sonrisas y sin embargo las produces.
Cansado de hacerte esperar esperando imposibles. Mil perdones he pedido sin haber hecho nada que no debiese. Lo siento.
El adiós... Es un camino con un retorno muy lento y una salida demasiado cuesta arriba.
Todo ello sin saber quién eres. ¿has existido? ¿lo harás?...
Te recuerdo sin haberte visto nunca y te necesito como si fueses parte de mi.
3 comentaris:
qué es la Generación del 27 al lado del Gran Davidet?
¬¬
Nu sé si ir a Canarias a pegarte una torta (menua burrada) o un beso... ya me lo pienso ok?
ps ... mientras vengas por aquí ... como si me dejas moribundo ... pero como sé que no va a pasar nunca ...
Publica un comentari a l'entrada